SOBRE EL DÍA DE ANDALUCÍA EN LOS COLEGIOS
Por César Alfonso Viñas.
La semana que viene se celebra en todos los centros educativos de nuestra Comunidad Autónoma la Semana Cultural Andaluza así como el Día de Andalucía (28 de febrero).
Al margen de los bailes típicos andaluces, que tienen un indudable valor pedagógico y lúdico para el alumnado, así como un valor folclórico y antropológico indiscutible procedente de nuestra cultura popular, este debería ser también un día de reflexión, estudio y fomento del pensamiento crítico acerca de lo que significa ser andaluz y sobre la desconocida figura de Blas Infante.
Fue Blas Infante un hombre culto estudioso de las culturas y la Historia de Andalucía (Tartessos, la Bética y Al-Andalus); un defensor de la Democracia y del Federalismo y los movimientos anarquistas de los jornaleros en el campo que pasaron hambrunas y penurias en los latifundios andaluces de carácter feudal. Blas Infante, que nació muy cerca de Línea, en Casares, no era el andaluz jactancioso, gracioso, mueble, chistoso,... Tampoco lo fueron otros grandes intelectuales andaluces como el rondeño y pedagogo Francisco Giner de los Ríos que fundó la Institución Libre de Enseñanza en una época de oscurantismo en España cuya pedagogía continua hoy más viva que nunca en el prestigioso Colegio Madrid de México fundado por exiliados españoles de la Guerra Civil; la malagueña María Zambrano, influenciada por los pensamientos vitalistas, existencialistas y del ser de Heidegger, Nietzsche y Ortega y Gasset entre otros cuyas obras maestras de esta pensadora son De la Aurora y Claros del Bosque; los poetas Don Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Juan Ramón Jiménez que representan lo más alto de la poesía universal escrita en castellano.
Blas Infante estuvo a punto de ser asesinado durante la dictadura de Primo de Rivera y, posteriormente, tras las elecciones de 1936, con la victoria del Frente Popular, el movimiento andalucista recobró fuerzas. Durante la Asamblea de Sevilla celebrada el 5 de julio de 1936 se aclamó a Blas Infante como presidente de honor de la futura Junta Regional de Andalucía. A los pocos días, se produjo el golpe militar que inició la Guerra Civil Española. Varios falangistas le detuvieron en su casa de Coria del Río y fue fusilado por aquellos que no toleran ni la Libertad ni la Democracia, sin juicio ni sentencia, junto a otros dos detenidos el 11 de agosto, en el kilómetro 4 de la carretera de Sevilla a Carmona. Cuatro años más tarde el Tribunal de Responsabilidades Políticas, creado después de la guerra, le condenó a muerte y a sus herederos a una multa económica, según el documento de 4 de mayo de 1940 escrito en Sevilla:
[...] porque formó parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931 y en los años sucesivos hasta 1936 se significó como propagandista de un partido andalucista o regionalista andaluz.
El Día 25 de febrero el alumnado cantará el Himno de Andalucía junto a la bandera y serán muchos los alumnos y alumnas así como profesores que se preguntarán qué significa el himno.
Para Blas Infante la cultura andaluza y el origen de Andalucía provienen de tres culturas directoras y avanzadas: Tartessos, la Bética y Al-Andalus.
Para el estudio de Tartessos se basó en los trabajos del arqueólogo e hispanista alemán Adolf Schulten. Esta avanzada cultura, identificada por muchos historiadores con la mítica Atlántida que describió Platón en su obra La República, viene recogida en la letra del Himno que el propio Infante creó: “Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos hombres de luz, que a los hombres, alma de hombres les dimos”. La imagen de Hércules o Heracles en el escudo junto a las dos columnas (Gibraltar y Monte Hacho) y los dos leones, aparte de querer mostrar un origen antiguo de Andalucía que se difumina en lo mítico , representa al hombre y a la mujer de Tartessos más evolucionados y enseñando a otras culturas primitivas ancladas en el Neolítico (los leones).
Para Blas Infante la Bética romana fue una importante cultura que provenía de Tartessos. Los romanos trataron a la Bética de potencia a potencia y no les dieron la catalogación de cultura bárbara. Para Infante, Al Andalus representaba en plena Edad Media el Renacimiento mientras que el resto de Europa vivía en las cavernas, el oscurantismo y el feudalismo.
Eso es lo que quiere decir “los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos”.
También la letra del himno invita a los campesinos a luchar por tener y cultivar sus propias tierras.
Andalucía ha sido la descubridora de América; Andalucía ha sido la cuna del liberalismo en España de donde han partido importantes revoluciones liberales del siglo XIX y campesinas bolcheviques y libertarias de principios de siglo XX contra la tiranía de Fernando VII, la corrupción de Isabel II y posteriormente la dictadura de Primo de Rivera: Riego (Cabezas de San Juan) , Torrijos (Málaga), Prim (Gibraltar y Cádiz), la revolución de Loja, la Gloriosa de 1.868,...
En Andalucía, en concreto Cádiz, se redactó y se votó la primera Constitución liberal de España en 1.812. Mucha gente murió y se exilió a Inglaterra por defender esta Constitución frente al tirano Fernando VII.
Ser andaluz en la desmemoria es peligroso. Podemos estar condenados a repetir la Historia si no se forma adecuadamente al alumnado desde la Escuela Pública y el pensamiento crítico, pues eso debe ser la escuela pública un agente de cambio y de transformación social y no un agente de inmovilismo, de perpetuación la estructura del sistema y las viejas tradiciones. Ya lo dijo Roger Waters, el bajista del grupo Pink Floyd, en la canción El muro: “maestro, tú solamente eres un ladrillo más en el muro”.
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